America Latina Transformación Digital

Los avances tecnológicos han definido la historia de la humanidad, la ciencia y la tecnología nos han permitido resolver problemas complejos aplicando el conocimiento e ingenio que distingue a nuestra especie. El mundo actual se caracteriza por la volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad, los acontecimientos de los últimos años así lo confirman y estos nos han enseñado que debemos estar preparados para afrontar los desafíos, hacerlo implica tomar acción y la acción implica cambio.

América Latina siempre se ha destacado por una amplia diversidad cultural y una gran riqueza de recursos naturales, a pesar de esto, la región ha tenido a lo largo de su historia grandes inconvenientes para adoptar las nuevas tecnologías de manera adecuada y encontrar soluciones a problemas de diferente índole, la principal razón de esto es una cultura alejada de la inversión en Investigación, Desarrollo e innovación (I+D+i). La transformación digital no solo está generando un gran impacto en las organizaciones, también lo está haciendo a nivel de competitividad entre los países y regiones, donde se puede evidenciar que América Latina se encuentra en una significativa desventaja frente a los países asiáticos, Andrés Oppenheimer en su libro Crear o Morir, menciona “Corea del Sur produce 10 veces más patentes de nuevas invenciones que todos los países de América Latina y el Caribe juntos”, esta diferencia también se evidencia frente a Estados Unidos o algunos países europeos. La transformación digital es una gran oportunidad para el crecimiento económico de la región, pero esta disrupción también trae grandes desafíos en sociedades donde existe una alta desigualdad.

El mayor reto es y será reducir la brecha digital, para hacerlo no solo se necesita mayor inversión, asimismo, se requiere liderazgo transformacional y un considerable cambio cultural en nuestra sociedad. La disminución de la brecha debe ser una prioridad en la agenda de los países de la región para mejorar la infraestructura de telecomunicaciones y que internet, derecho universal declarado por la ONU, tenga mayor penetración, el Banco Mundial menciona en un artículo del 2021, “En la actualidad, menos del 50 % de la población de América Latina y el Caribe tiene conectividad de banda ancha fija y solo el 9,9 % cuenta con fibra de alta calidad en el hogar. Si bien el 87 % de la población vive dentro del alcance de una señal de 4G, el uso y la penetración reales siguen siendo bajos (37%). Y solo 4 de cada 10 latinoamericanos de zonas rurales tienen opciones de conectividad en comparación con el 71 % de la población de zonas urbanas”. La conectividad a internet hace posible que las personas tengan acceso al conocimiento de manera directa lo que permite una mejor asimilación y la posibilidad de compartirlo en comunidad. Los estados también deben invertir en formación y educación de calidad para sus ciudadanos, asimismo, acompañar a las pequeñas empresas en la obtención de mayores recursos para acelerar la digitalización. Estoy convencido que, para darle un real impulso a dicha transformación, deben promoverse leyes y regulaciones adecuadas al mundo actual, lo que permitirá derribar las barreras que atentan contra el cambio y la innovación.

Las nuevas tecnologías como la Inteligencia Artificial, Blockchain, Internet de las Cosas, Cloud Computing, entre otras, están generando una disrupción en las organizaciones, aquellas que logran generar una ventaja competitiva son las que están adoptando estas tecnologías de manera estratégica, gestionando adecuadamente el cambio de manera interna, aumentando las capacidades de su capital humano y modificando sus procesos para generar mayor valor para sus clientes y aumentar su capacidad de adaptación a los cambios futuros. Hoy vivimos en un mundo donde la velocidad de adaptación requerida no tiene precedentes, la transformación digital es la respuesta a esta necesidad, sin embargo, aquí es importante mencionar que no se trata solamente de incorporar las nuevas tecnologías, se trata de un cambio más profundo y radical, donde las personas deben colocarse al centro de la transformación para alcanzar un cambio cultural que permita seguir evolucionando

La tecnología tiene el poder de solucionar problemas sociales como, por ejemplo, reducir las brechas de pobreza que están muy marcadas en América Latina, siendo este uno de los grandes retos de la humanidad. El MIT sostiene que Blockchain puede hacer una gran contribución en la lucha contra la pobreza, ya que los países en desarrollo sufren por la denominada “Economía informal” que representa un gran porcentaje de la actividad económica nacional. La identidad digital basada en una cadena de bloques fomenta la inclusión de personas que viven alejadas de las grandes urbes, permitiendo que estas sean parte integral de la economía y de la transformación digital que se necesita en la región.

Con educación de calidad, mayor inversión en nuevas tecnologías, con políticas inclusivas que derriben las desigualdades, América Latina puede y debe convertirse en un actor global de la Transformación Digital, la región cuenta con herramientas y gran capital humano para hacerlo, en consecuencia, deben abordarse los diferentes desafíos sociales. La pandemia ha demostrado que la transformación se ha acelerado en algunos países, sin embargo, resulta clave evitar que esto no acelere también las brechas y las desigualdades. Nos dirigimos hacia una nueva sociedad donde las estructuras con las que hemos crecido han quedado obsoletas y donde los avances tecnológicos moldearán nuestra manera de vivir.

Necesitamos líderes digitales con capacidad de adaptación, que tengan la habilidad de reaprender y que estén preparados para hacer frente a los retos anteriormente mencionados. La dificultad de adaptarse al cambio es una realidad, pero, como lo hemos demostrado a lo largo de nuestra historia, tenemos la capacidad de hacerlo. No debemos dudar ni un instante sobre la necesidad de afrontar, liderar la transformación y de poner las ideas en acción. Tenemos la responsabilidad de convertirnos en agentes de cambio, para crecer con este nuevo mundo, crecer con valentía y generosidad, crecer en comunidad para compartir y crear un mejor futuro para América Latina.